exhortaciones, Issa me dijo: «¡Oh nuestro señor kadi! odiosa es la precipitación en los juicios. An- tes de hacerme observaciones deberías inquirir el motivo que ha dictado mi conducta.» Y le dije: ¡Sea! Pero ¿puede haber un motivo justificado para semejante negativa?» Él me contestó: <¡Sí, por cierto! Un juramento no puede en ningún caso declararse nulo si se ha prestado con plena con- formidad y en plena lucidez de espíritu. Pues yo tengo como impedimento la fuerza de un juramento solemne. Porque le jurado, por el triple divorcio y con la promesa de libertar cuantos esavos de am- bos sexos tengo en mi mano y comprometiéndome á distribuir todos mis bienes y riquezas á los po- bres y á las mezquitas, he jurado, repito, á la joven en cuestión no venderla ni darla nunca»...
En este momento de su narración, Schahrazada
vió aparecer la mañana, y se callò discretamente.
PERO CUANDO LLEGÓ LA 991.ª NOCHE
Ella dijo:
...he jurado, repito, á la joven en cuestión no venderla ni darla nunca. »
Y al oir estas palabras, el califa se encaró con- migo y me dijo: «¡Oh Yacub! ¿hay medio de resol-