la misma edad, dando cada una al hijo de su amiga la leche que Alah había destinado á su propio hijo. Y por eso Al-Rachid llamaba siempre á Yahia «pa- dre mio», y á El-Fadl «hermano mío»...
En este momento de su narración, Schahrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.
PERO CUANDO LLEGÓ LA 995. NOCHE
Ella dijo:
... Y por eso Al-Rachid llamaba siempre à Yahia <padre mio», y á El-Fadl «hermano mio».
En cuanto al origen de los Barmakidas, las cró- nicas más reputadas y más dignas de fe lo sitúan en la ciudad de Balkh, en el Khorassán, donde ya tenia esta familia una categoria distinguida. Y unos cien años después de la hégira de nuestro Profeta bendito (¡con El la plegaria y la paz!) esta ilustre familia vino á fijar su residencia en Damasco, bajo el reinado de los califas Ommiadas. Y entonces fué cuando el jefe de la tal familia, que era sectario de la religión de los magos, se convirtió á la ver- dadera fe y se purificó y se ennobleció con el Islam. Ya esto sucedió exactamente bajo el reinado de Hascham el Ommiada.
Pero sólo después del advenimiento de los des-