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Página:Las mil noches y una noche v23.djvu/24

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LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE
PERO CUANDO LLEGÓ
LA 967.ª NOCHE

...No obstante, déjame advertirte que si por desgracia frotaras el sello dos veces seguidas en vez de una, harías que me consumiera en el fuego de los nombres terribles grabados sobre el anillo. Y me perderías irrevocablemente.»

Al oír aquello, Maruf contestó al efrit de la cornalina: «¡Oh excelente y poderoso Padre de la Dicha! sabe que he guardado tus palabras en el sitio más seguro de mi memoria. Pero ¿puedes empezar por decirme quién te ha encerrado en esta cornalina y quién te ha sometido al poder del dueño del anillo?» Y el genni contestó desde el interior del sello: «Has de saber, ¡ya sidi! que el lugar en que nos hallamos es el antiguo tesoro de Scheddad, hijo de Aad, el constructor de la famosa ciudad, ahora en ruinas, de Iram de las Columnas. En vida de él, fui esclavo del rey Scheddad. ¡Y precisamente el que posees es su anillo, que lo has encontrado en el cristal donde estaba guardado desde tiempos remotos!»

Y el antiguo remendón de calzado de la calle Roja de El Cairo, convertido entonces, merced á la posesión de aquel anillo, en sucesor directo de la