Esta página ha sido corregida
91
ELECTRA
Egisto.—Demasiado contestas y poco adelantas; anda de prisa.
Egisto.—Guíame tú.
Orestes.—Has de ir tú delante.
Egisto.—¿Temes que me escape?
Orestes.—No; lo que quiero es que mueras sin ningún consuelo. Es preciso que yo te reserve esta última amargura. [Tal debía ser el castigo inmediato de todo el que se atreva a obrar contra las leyes: la muerte; que entonces no sería tan grande el número de los criminales.]
Coro.—¡Oh raza de Atreo! ¡Cuántos males has sufrido, hasta que, por fin, con el acontecimiento de hoy recobras a duras penas la libertad!