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PLUTARCO.—LAS VIDAS PARALELAS.

inmediatamente coneibe el designio de causar un trastorno, y mudar el gobierno: como que de nada sirve ni á nada conduce una alteracion parcial en las leyes, sino que es menester hacer lo que los médicos con los cuerpos enfermos y agobiados con diferentes males, que exprimiendo y evacuando los malos humores con purgas y otros medicamentos, les hacen comenzar otro género de vida. Con estos pensamientos, lo primero que hizo fué dirigirse á Delfos; y habiendo consullado al Dios y héchote sacrificio, volvió con aquel tan celebrado oráculo en el que la Pitia le liamó caro á los Dioses, y Dios más bien que hombre, s te anunció que consultando sobre buenas leyes, el bios le daba é inspiraba un gobierno que se habia de aventajar á tcdos. Alentado con esto, reunió á los principales, y los exhortó á que con él tomasen parte en las novedade3: bien que ántes reservadamente babia tratado con sus amigos, y despues se habia acercado tambien á la muchedumbre, inclinándolos á su plan. Cuando legó el momento, encargó á treinta de los próceres que de madrugada se presentaran armados en la plaza, para consternar é intimidar á los que pudieran oponerse; y de estos Hermipo enumeró hasta veinte, los más distinguidos; pero el que más parte tuvo y más ayudó á Licurgo en el establecimionto de sus leyes se llamaba Artmiada. Como se hubiese movido algun alboroto, el rey Carilao tuvo miedo, porque decia que de todo se le haria autor, y se refugió al templo de Minerva; pero despues á fuerza de persuasiones y asegurado con juramentos, se alentó, y volvió á tomar parte en to que se hacía; porque era de ánimo apocado, tanto, que se cuenta que Arquelao, que reinaba con ól, á los que en cierta ocasion le celebraban, les dijo: «Cómo no ha de ser buen hombre Carilao, cuando ni siquiera para los malvados es áspero?»

Entre las muchas innovaciones hechas por Licurgo, la prineipal faé la ereacion del Senado, del que dice Platon, que unido á la autoridad real mal dispuesta, é igualado con