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NUMA.

6 sentencias suyas se notaba gran semejanza con las de los Pitagóricos; porque asi como éstos prevenian: «no te sientes sobre el celemin; no revuelvas el fuego con la espada; cuando vas peregrinando no te vuelvas atras; á los Dioses celestiałes se ha de sacrificar en nůmero impar, y en número par á los infernales,» cuyo sentido de todas ellas lo reservaban á la muchedumbre; de la propia manera algunas disposiciones de Numa tienen un sentido oscuro, come estas: « no se ha de hacer libacion á los Dioses de viña no podada; ni se les ha de sacrificar sin harina; se ha de hacer adoracion volviéndose, y los que han adorado deben sentarse.» Las primeras parece que enseñan el cullivo de la tierra, haciéndole parte de la religion; el volverse para adorar se dice que es una imitacion del movimiento circular del mundo; á no que parezea mejor, que mirando los templos al Oriente, con volverse de aquella region á la opuesta el que adora, y luego convertirse otra vez bácia el Dios, haciendo un circulo, consuma de una y otra parte sus preces; 6 io que quizá es más cierto, esta mudanza de postura nos muestra y enseña una cosa muy parecida á las ruedas egipcias, á saber: que nada bay estable en las cosas bumanas; y por tanto, conviene que como á Dios le parezca bacer y deshacer en nuestra vida, estemos nosotros contento8, y así lo recibamos de su mano. El sentarse despues de baber adorado dicen que es agüero con el que se confirman nuestras preces y se da permanencia å nuestro bien. Dicen tambien que el sentarse produce division de actos; y que poniendo término á la primera accion, se sientan en presencia de los Dioses para comenzar otra bajo sus auspicios. Puede tambien guardar esto conformidad con ļo que ya se dijo, acostumbrándonos ei legislador á no acercarnos á las eosas divinas de paso cuando entendemos en otros negocios y como de priesa, sino cuando tenemos tiempo y estamos desocupados.

Con estas disposiciones religiosas quedó la ciudad tan