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Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo I (1879).pdf/178

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PLUTARCO.—LAS VIDAS PARALELAS.

siciones, y ya exbortando, ó amonestando, ó reprendiendo á los Atecienses. Algunos dicen que inlento extender en verso sus leyes, y bacen mencion del exordio, que era en esta forma: Ea el principio á Júpiter Satornio Pedimos que á estas leyes favorable, Fausta fortuna y gloria darles quiera.

En la filosofia, aun más que á la parte moral, se dió á la política, como los más de los sabios de aquel tiempo; pero en la parte fisica es sumamente sencillo y á la antigua, como lo manifiestan estos versos: De nieve y de granizo inmensa copia Se exprime de la nube, y nace el trueno Del rayo esplendoroso; con los vientos Turbulento y furioso el mar se torna; Pero si ajena fuerza no le mueve, Nada hay en la natura más tranquilo.

Solamente la filosofia de Tales es la que pacece que con sus invesligaciones fué un poco más adelante de lo vulgar y preciso; á los demas la virtud polltica soła fué la que les concilió el nombre de sabios.

Dicese que se reunieron todos en Delfos, y segunda vez en Corinto, preparándoles Periandro una conferencia y un convite. Pero lo que les ganó más respeto y fama fué el rodea del tripode, esto es, aquella vuelta que dió por todos, como por una especie de disputa muy honrosa: porque unos de Coos, segun se dice, al sacar del mar la red vendieron á unos forasleros de Mileto aquel lance, que todavía era incierto, y en él sacaron un tripode de oro, que era fama haber arrojado allf Helena cuando volvió de Troya, trayendo á la memoria cierto orácuio. Al principio solos los