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PLUTARCO.—LAS VIDAS PARALELAS.

fué en las guerras civiles pasto de las llamas; entónces levantó Sila el segundo, y en la inscripcion de la dedicacion se puso el nombre de Catulo, por haber Sila muerto ántes.

Destruido igualmente este en los alborotos del tiempo de Vitelio, edificó el tercero Vespasiano, habiéndole seguido en esto la buena suerte que en todas sus cosas; porque habiéndole llevade desde et cimiento hasta su última perfeccion, logró verle concluido; pero habiendo perecido de ali á poco, no llegó á verie arruinado: en lo que fué lanto más feliz que Sila, que ésle murió ántes de la dedicacion, y él ántes de la ruina; porque al mismo tiempo de morir Vespasiano sucedió el incendio del Capitolio. Luégo este cuarto fué construido y consagrado por Domiciano. Dicese que Tarquino gasló en los cimientos cuarenta mil libras de plata: de este que abora vemos no habria particular ninguno que tuviese bastante hacienda para pagar solamente el dorado, que se dice haber costado más de doce mil talentos[1]. Las columnas fueron cortadas en las canteras del monte Pentélico, siendo muy hermosas por la proporcion de su grueso con la longitud, pues las vi eo Atenas. Labradas y pulimentajas de nuevo en Roma, no ganaron tanto en lustre, como perdieron en simetria, babiendo quedado más gastadas y delgadas de lo que convenia. Mas aquel que se maraville de la riqueza del Capitolio, que vea en el palacio de Domiciano un solo pórtico, ó basflica, ó baño, ó habilacion de las mancebas, y á manera de lo que Epicarmo escribió contra un hombre desarreglado:

No hagas ostentacion de ser humano:
Tienes un mal, y de pegarle gustas;

podria aplicar una expresion semejante á Domiciano: no


  1. Viene á ser una suma de unos doscientos cincuenta y dos cuentos de reales.