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TEMÍSTOCLES.

do de los enemigos; y esta particularidad la refirió Fanias el de Lesbos.

Los reencuentros que en aquellas gargantas se luvieron con las naves de los bárbaros, nada tuvieron de decisivos respecto del todo de la contienda; pero sirvieron muchisimo á los Griegos para ver por las obras, que en los peligros ni el número de las naves, ni el adorno y brillantez sobresaliente, ni los grilos provoeativos, ni los cantares insultantes de los bárbaros tienen nada imponente para los hombres que saben venir á las manos y que combaten con denuedo, sino que despreciando todo esto, lo que hay que hacer es arrojarse sobre los enemigos y luchar con ellos á brazo partido. Así parece que lo conecia Píndaro, cuando sobre este mismo combate de Artemisio dijo:

A la líbertad firme y claro asiento
Dieron los bijos de la ilustre Alenas:

porque en verdad el confiar es el principio del vencimiento. Es Artemisio una costa de la Eubea sobre Estiea, abierta por la parte del Norto, y por la parte á ella opuesta se extiende Olizon, que pertenece al pais dominado por Filoetetes: tiene un templo no grande de Diana Hamada Orieutal: prodúcense por alli alrededor árboles, y se encuentran unas columnas labradas de mármol blanco; el cual es de calidad que frotado con la mano da color y olor de azafran. En una de estas columnas estaban grabados estos versos elegiacos:

De las regiones de Asia á inmensas gentes
En este mar del Ática los bijos
Domar lograron en naval combate;
Y de los Medos el poder deshecho,
A la casta Diana esta memoria
De gralitud en prenda dedicaron.