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TEMÍSTOCLES.

TEXÍSTOCLES.

211 á los bárbaros y acabara de poner en mal estado las cosas de la Grecia, porque estaba en destierro desde ántes de la guerra vencido por la faccion de Temístocles, escribió un decreto, por el que se permitia á los desterrados por liempo, la vuelta, y hacer y decir lo que juzgasen conveniente con los demas eiudadanos. Tenía el mando por la superioridad de Esparta Euribiades, el cual, no Biendo de los más resueltos para el peligro, y queriendo por lo mismo dar la vela y navegar al Istmo, donde ya las fuerzas de tierra se habian reunido, Temístocles se le opuso; y con esta ocasion dicen que prorumpió en aquellas expresiones que tanlo se celebran: porque diciéndole Earibiades: «0h Temístocles, en los combates á los que se adelanlan les dan de bofetadas;» vsí, le repuso Temístocles, pero no coronan á los que se atrasan;n y como aquél alzase el baston como para pegarle, Temístocles le dijo: uBien, tú pega, pero escucha.» Adrmirado Enribiades de tanta moderacion, y mandando que dijese, Temístocles lo redujo á su propúsito. Recon veníale olro de que no era razon que un bombre sin ciudad tonase el empeño de persuadir á los que la tenian á que desamparasen y abandonasen su patria; y volviendo Teniistoeles contra él sus propias palabras: «lnfeliz, le dijn, norolrus Ihemos abandonado nues- Iras casas y nuestras murallas, porque no hemos creido que por unas cosas sin sentido debiamos sujetarnos á la servidumbre; pero auo así poseemos la ciudad niás poderosa de la Grecia, que son esas doseientas gateras, las cuales están á vuestra disposicion y en vuestro auxilio, si pensais en salvaros; pero si segunda vez os retirais traidoramente, bien pronto salră alguno de los Griegos que los Atenienses son dueñus de una ciudad libre y de un país en Dada inferior al que han dejado.» Luego que Temístocles se explicó de esta manera, re flexi nó Euribiades, y entrú en recelo de que los Atenienses los abandonaran y se marchasen. Iba á bablar lambien contra él uno de Eretria, y le