Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo I (1879).pdf/337

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
321
PERICLES.

ellos los ciudadanos más aprobados pasaban al Areópago: por esta causa, cuando Pericles tuvo gran influjo en el pueblo, le convirtió contra este consejo, consiguiendo quitarle el conocimiento de much0s negocios por medio de Efialtes, y hacer salir desterrado á Cimon como apasionado de los Lacedemonios y desafecto á la muchedumbre: varon que á nadie cedia en haeienda y linaje, que en muchos combates habia alcanzado brillantes victorias de los bárbaros, y que con grandes sumas y cuantiosos despojos habia enriquecido la ciudad, como lo escribimos en su vida: ;tal era el poder de Pericles en el pueblo! No se acababa por la ley el ostracismo para los que sufrian esta especie de destierro hasta los diez años; pero en este medio tiempo los Lacedemonios invadieron el territorio de Tanagra, y marchando al punto los Atenienses contra ellos, Cimon, volviendo de su destierro, tomó las armas, y formó con los de su tribu, queriendo purgar con obras la sospecha de laconismo, peleando al lado de sus conciudadanos; pern los amigos de Pericles se sublevaron, y lo hicieron desechar como desterrado. Por esto mismo pareció que Pericles peleó en aquella ocasion con mayor denuedo, y se distinguió sobre todos, poniendo á todo riesgo su persona. Perecieron allf los amigos de Cimon, todos á una, á los que Pericles habia acusado tambien de laconismo; ylos Atenienses llegaron ya á arrepentirse y echar ménos á Cimon, viéndose vencidos en las mismas fronteras del Atica, y esperando más violenta guerra todavía para el verano. Echólo de ver Pericles; y no sólo no tuvo dificultad en dar gusto á la muchedumbre, sino que él mismo escribió el deereto por el que Cimon habia de ser restituido; el cual luėgo que volvió hizo la paz entre ambas ciudades, porque los Lacedemonios le miraban con inclinacion, ast como estaban mal con Pericies y con los demas demagogos. Algunos son de sentir que no se decretó por Pericles la restitucion de Cimon, sin que