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PLUTARCO.—LAS VIDAS PARALELAS.

64 MCTAR:O.HIS IDAS PALALILAS.

mulo. otros por miedo de su poder. y otros mirándole como cosa divina, le conservaron todos admiracion y benevolencia. Aan muebos de los extracjeros miraban con veneracion á Rómoio: y los más antiguos habitantes del Lacio se adelantaron á solicitar so amistad y aianza. Mas á Fidenas, ciudad cireunvecioa de Roma, la toms por armas, segun dicen algunos, mandando repentioamente caballeria con órden de desquiciar las puerlas; que de este modo se apareció ali cuando ménos se esperaba: pero otroes aseguran que los Fidenates fueron los primeros å hacer presas, y å tałar la comarca y los arrabales, y que Rómulo, armåndoles celadas, y haciéndoles perder mucha gente, tomó la cindad. Con todo no la incendió ó devastó, sino que la bizo colonia de Romanos, bacieudo pasar á ella dos mil y quioientos habitantes, en los idus de Abril.

Sobrevino peste en aquel tiempo, tal que sin cnfermedad causaba en muchos muerte rpenlina, agregándose á ella esterilidad en los frutos é infecundidad en los ganados; en la ciudad además cayó lluvia de sangre; y á estos males, que eran de necesidad, se allegó tambien una grandisima superslicion. Sohre todo, cuando los habitantes de Laurento experimenlaron lo mismo, ya enteramente pareció que era la ira divina la que afligia á ambas ciudades por el abandono de la justicia en la muerte de Tacio y en la de los Embajadores. Entregados reciprocamente y castigados los delincuentes, maniftestameste cesaron las plagas; y Rómulo reconcílió las dos ciudades con expiaciones, que se dice practicarse todavía junto á la puerla Ferentina.

Aotes de que eediese la peste insultaron los Camarios á los Romanos, y talaron sus tierras, como que no estaban en situacion de defenderse por aquella calamidad; pero Rómuto marchó al punto en su husca, y venciólos en batailla, en la que murieron seis mil de ellos, y tomando la ciudad, á la mitad de los que pelearon los trasladó á Roma, y de Roma mandó á Camaria doblados de la otra mitad en las