Esta página no ha sido corregida
— 156 —
EL RAMO MÁGICO
—¡Mamá!¡ma- má! Aquí te traigo un ramo mágico.
La excursión ha sido lindísima. El campo estaba cu- bierto de hierba de hermoso color verde; el sol ca- lentaba bastante, y el cielo no tenía ni una nube.
He notado que los pájaros empie- zan a anidar en algunos árboles.
Pero lo que más ha llamado mi atención son las
plantas.
¡Vieras, mamá! Los pobres árboles, que durante el invierno parecían esqueletos y estaban entera- mente desprovistos de hojas, empiezan ahora a
brotar.
Sí, a brotar, así lo dijo la señorita.