Página:Los Césares de la Patagonia.pdf/103

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

deras con su aromoso vaho, dan mayor realce á este grandioso cuadro de la naturaleza.

En este mismo lugar halló Caberera que las aguas del río principal, claras y limpias, contrastaban con las turbias del afluente y tardaban en mezclarse. Sin duda por esto y porque los indios decían á esta junta Cusu Leuvú (Río Negro), llamó así á esa arteria fluvial, enmendando la plana, sin saberlo, á Hernandarias, que puso al río el nombre de Claro al descubrirlo en su desembocadura en el Atlántico. Cabrera, más osado que su suegro, se determinó á pasar el gran río que se atravesaba en su camino, y al efecto hizo pontones de sus carretas.

Tanto esfuerzo fué infructuoso. Al llegar á la altura de la destruida Villarrica, los indios se coligaron en contra el invasor; se le huyeron los guías á Cabrera, faltóle el bastimento, y habiéndose pegado fuego á la campaña, se le quemaron carros y pertrechos.

Apurado Cabrera, no tuvo más remedio que emprender la retirada, perseguido siempre por los indios.

En una ocasión cercaron el campamento y con singular denuedo se lanzaron al asalto. Cabrera sacó al campo sus cordobeses y á lanzadas hizo retirar á la chusma enemiga; pero cansados los ca-