Página:Los Césares de la Patagonia.pdf/187

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Carecen de vino y aceite porque no han tenido plantas para viñas y olivares. A la parte del sur, como á dos leguas, está la mar, que les provee de pescados y marisco. El temperamento es el mejor de todas las Indias, tan sano y fresco que la gente muere de pura vejez. No se conoce allí las más de las enfermedades que hay en otras partes; sólo faltan españoles para poblar y desentrañar tanta riqueza. "Nadie debe creer exageración lo que se refiere por ser la pura verdad, como que lo anduve y toqué con mis manos". Firmado: Silvestre A. Rojas.

Otra Jauja, en fin, á juzgar por tan risueños detalles. El autor del memorial pintaba el país de su descubrimiento al modo y manera que un agente de emigración en nuestros días, para reclutar incautos. Los ministros de Felipe V, escarmentados con la nube de arbitristas que en el reinado anterior llovió en las Secretarías, dieron carpetazo al informe de Rojas. Cansado éste de esperar contestación, fué á Chile—la tierra delos Césares—, por si las autoridades querían ayudarle. Como la historia que contaba estaba de acuerdo con la tradición chilena, se elevó su instancia al virrey del Perú, cuya junta de guerra autorizó el memorial para ante el Consejo de Indias. Y como las cosas, cuando se ponen bien, favorecen de golpe, llegó á Rojas la nueva de