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APUNTES ETNOLOGICOS


NACIMIENTO — PRIMEROS CUIDADOS


Cuando después de algun tiempo, la Providencia les mande una criatura, apenas salido a la luz, la limpian cuidadosamente con pasto blando, la soban, (M' hátejen) los huesos, la frotan con tierra blanca (greda), haiterr'sol, luego la fajan, Eichern, con cueros blandos de guanaquito, amarrándolo con Mohina, atadura de tendones, al Tahal, que es una especie de parihuela, que les sirve de cuna para el recién nacido. Sobre de esta cuna o parihuela la pobre criatura tendrá que estar largas horas, cuando la madre por sus quehaceres de familia no podrá atenderla.

Después le ciñen el frontal; Kojin— Que si es de guanaco lo llaman Kocherl; si es de pájaro, Aspir; y si es de piel de cururu, Ap'n; este es más blandito.

Este Kojin lo dejan sobre la frente del niño por una luna. En lugar de bañar la criatura se baña la madre.

Ordinariamente usan Partera, Cheyon-jon o Hewas-cheyon-Kama. Mas a veces, por sí solas, andan para alumbrar atrás o a dentro de un matorral en el bosque.

La mujer que salió de cuidado, por un mes no come carne, pero sí solo grasa de pájaro y de cuero asado de cururus, raíces de achicoria silvestre - 'hoiten, tampoco come pescado ninguno, pero si toda clase de marisco.


NOMBRE


Yo. No dan nombre al neonato sino después de dos años, o veinte y cuatro Lunas, más o menos. Es el padre que se lo da, sacándolo, por lo regular, de algún defecto de la criatura, por ej.: Osl-kamkl = Ñato o de nariz chata; Al-tapl = pelo crespo; Kat-too = barrigón. Kotis = pierna endeble, corta; Al-arken = pelo nada, calvo. La madre cuida al niño con esmero y mucho cariño, dándole la leche por un tiempo indeterminado. A veces sigue amamantando la primera, que ya tiene varios años, cuando está ya de cuidado por otra y sigue hasta que no alumbre la segunda, la que dispensará su leche, destetando la primera.

De modo que sucede a menudo que una criatura toma la leche de la madre hasta los cinco o seis años, cuando ningún otro niño subentró a qutárselo.


CAPITULO III.
MODO EXTRAÑO Y RIDÍCULO DE CURAR ENFERMOS

Extraño, ridículo y a la vez cruel también, cuando no funesto, es el modo que tienen sus doctores (brujos) de curar a los enfermos.

He aquí; se presenta al Jon (doctor), un enfermo y se queja que le duele el vientre por ej. Kuákitan, dice el doliente al doctor. ¿Khispy? ¿adónde? le pregunta el doctor. Naim acá, contesta, señalando el vientre. Entonces el doctor empieza a pasarle la mano abierta sobre la parte dolorida, blandamente primero, repitiendo las fricciones, las que va haciendo más fuerte, hasta enrojecer bien el pellejo, haciendo ademán de arrancar con el cóncavo de las manos, un algo invisible, que echa al suelo, escupiéndole y pisando con rabia y pronunciando con desprecio voces ininteligibles. Son verdaderos conjuros o exorcismos, dando al mismo tiempo, varias vueltas al rededor del paciente, sacudiendo la capa, como quien ahuyenta un ser que nadie vé. Operación que repite varias veces, de seguida, hasta cansar a si, no menos que al paciente. Si al día siguiente no ha mejorado, repite esas operaciones; y luego hace acostar al enfermo boca arriba, empieza a frotarlo desde lo blando, hasta lo más fuerte y con los puños cerrados y si con todo eso no hay mejoría, pone en juego también las rodillas.