Página:Los Shelknam.pdf/224

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
214
APUNTES ETNOLOGICOS

55°. y 56°.— Los Dres. P. Hyades y J. Deniker, jefes de la Mission Scientifique Française au Cab Horn en 1881-82, que escribieron, recopilando lo que hasta aquí se había dicho por los viajeros anteriores sobre los Fueguinos Jahgan y dando importantes detalles, no tan sólo de los Indígenas observados, sino también describiendo con notable interés la Fauna y la Flora del extremo Sur de la gran Isla.
Obra esta de mucha importancia, de la que me he servido y que bien merece ser consultada.
Es de sentirse que ninguno de tantos viajeros, que en el largo plazo de más de tres siglos, desde su descubrimiento, que por allí pasaron, no se haya animado a trasponer los dinteles y penetrar en esta misteriosa Tierra, para descubrirnos alguno de los secretos que entierra. Nadie, ni el mismo Rev. Señor Tomás Bridges, que como Pastor de la Misión Inglesa, entre los Jahganes, había residido en Ushuaia por más de treinta años, supo decirnos de los Onas, Indígenas propios de esta Tierra, sino que eran unos Salvajes sin conocimiento de su propio ser, de su procedencia, de su fin, de su alma, en fin poco menos que unos automas, cuyo lenguaje, dice, es tan duro y difícil, que al que lo oye, le da la idea de uno que se esfuerce en echar fuera sonidos extraños, para exitar la atención y el atudrimiento de los oyentes. (Extractado de una Conferencia del Rdo Tomás Bridges dada en Buenos Aires, en 1886).
El capitán Kock hablando de la lengua Ona, decía que era semejante a los ruídos de uno que gargariza con esfuerzo. Los Señores Hyades y Deniker, nos dicen que la lengua Ona se asemeja al cloquear de una gallina clueca: Comme le gloussement d'une poule (Véase obra citada pág. 264).
Y por allí más o menos va lo que respecto a los Onas nos dicen: Giacomo Bove y Domenico Lovisato.
57°.— Visitó lo Tierra del Fuego en 1883—86, con fines de lucro, el ingeniro de minas, D. Julio Popper. Establecido en el Páramo, (al norte de la Bahía de San Sebastián), dicen que juntó mucho oro en pepitas (créese hasta 36 kilógramos). Prueba de ello es que corrió una moneda de oro del valor de una libra esterlina, con las efigies de un Indio y de un guanaco.
58°.— La Expedición Lista (Argentina) en el año 1886 por los meses de Noviembre y Diciembre. Formaban parte de ella el Sr. Ramón Lista, Oficial Mayor del Ministerio del Interior, que la encabezaba; el Capitán D. José Manzano al mando de una compañía de soldados de línea; el Médico Cirujano Dr. Polidoro Seggers y el Misionero Monseñor José Fagnano.
El desembarco de esta Expedición se efectuó a fines de Noviembre de 1886, en la Bahía San Sebastián, que los expedicionarios cruzaron la Tierra del Fuego, en todas direcciones, reconociéndola mejor que todos los anteriores. El señor Lista escribió sobre esta Expedición un extenso relato, que leyó en el Instituto Geográfico Argentino, llamándola: El País de los Onas. Fué en esa circunstancia que Monseñor Fagnano internándose entre los montes descubrió un gran Lago llamado por los Indios Kakenchow (Agua Grande), que al año después los Señores Ed. O'Connor y Vicente Montes, oficiales de la armada Argentina, denominaron con el nombre del descubridos: Lago Fagnano.
59°.— Al año siguiente, 1887, la visitaron los supérstites del naufragado vapor «Magallanes» transporte argentino, del cual hacía parte como Capellán, el Autor de esta Obra, quien en esta ocasión pudo conocer la Misión Inglesa, a lo qe había sido galantemente invitado por su Pastor, el Rdo. Señor Laurence. Entre otros el Capitán D. Féliz Paz, Gobernador de la Tierra del Fuego, el Dr. Polidoro Seggers, y el Capitán Pbro. J. M. Beauvoir, salvaron las tripulaciones de dos buques naufragados, en Cabo San Diego uno, y otro en la Punta estrema Noroeste de la Isla de los Estados.
Sin embargo todos esos viajeros, bien poco o nada dijeron de los Onas, de sus orígenes, usos y costumbres, y menos de su Lengua. Tópico éste que debía ser el argumento y el anhelo puesto al cuidado de los Misioneros Salesianos. Lo que en realidad fué el estudio paulatino, pero constante, desde que en 1892 visitamos esta Tierra, y cuando en fin,