Y por sus venas el mar
Le vuelve á hacer que sea rio.
Iguales hoy los enojos
Son del mal que me condena;
Una lloro, y otra pena
Vuelve á congelar mis ojos.
Despeño el corriente frió
De mis mejillas al mar,
Y este no vuelve á preñar
Caudales de plata al rio.
¿Pues qué importará en rigor
Despeñar corriente igual,
Si rio logro un caudal,
Y nube abrazo un vapor?
ELE.
Á visitarte he venido,
Por templarte esos enojos,
Y habla mi voz con tus ojos,
Y aun no me escucha tu oido;
Que tienes razón confieso,
Y di tu mal, y no le llores;
Yo también siento dolores,
Y no los lloro por eso:
Dime tu pena también.
JUL.
Declárame tu dolor.
ELE.
¿Tú qué lloras?
JUL.
Un amor.
¿Tú qué sientes?
ELE.
Un desden.
JUL.
Querida soy, y mi vida
De imposibles adolece.
ELE.
Mayor mi desdicha crece.
Pues quiero, y no soy querida.
JUL.
El amante y dueño sabrás
Que me quiere mas que á sí.
ELE.
Mi amante me quiere á mí
De cumplimiento no mas.
JUL.
Como mi amante lograra,
Fuera mi amor mas dichoso.