Página:Los heraldos negros.pdf/55

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
44
CESAR A. VALLEJO


Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.

Y ya no habrán reproches en tus ojos benditos;
ni volveré a ofenderte.   Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.