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remediarlas tomó la resolucion de ir todos los dias con la niña fea al templo de Helena en Esparta, situado en un lugar que laman Terapua, más arriba de Febeo . Lo mismo era llegar el ama con su niña, que presentarse delante de aquella estatua y suplicar á la diosa Helena que tuviese á bien librar a la pobre niña de aquella fealdad . Es fama que al volverse un dia del templo se apareció al ama cierta mujer y le preguntó qué era lo que en brazos tenía ; dicele el ama que tenía en ellos una niña, y la mujer le pide que se la deje ver . Resistíase el ama, dando por razon que de orden de los padres de la niña á nadie podia enseñarla ; pero como la mujer porfiase siempre en verla , vencida por fin el ama de la instancia que le hacía , se la enseñó . Ve la mujer a la niña , y pasándole la mano por la cara y cabeza , iba diciendo que sería la más bella de las mujeres de Es parta . ¡Cosa extraña ! desde aquel punto fué poniéndosele otro el semblante. A esta niña, pues, cuando hubo llegado à la flor de su edad , tomóla por mujer Ageto , hijo de Alci. des, aquel amigo de Ariston á quien ántes aludia .

LXI. Ariston, herido ſuertemente y áun vencido de la pasion por aquella mujer, maquinó el siguiente artificio y engaño para salir con su antojo . Entra en un convenio con aquel amigo cuya era la hermosa mujer, de darle una pren da, la que más le gustase de cuanto poseia ; pero con pacto y condicion de que el amigo por su parte prometiera darle otra del mismo modo. Ageto , que veia casado á Ariston con otra mujer, no recelando remotamente que pudiera pedirle la suya , convino en el pacto y trueque de las pren das, que ambos confirmaron con juramento . Apresuróse luego Ariston á cumplir la palabra empeñada dando la pre sea que escogió Ageto de entre las de su tesoro , con la mira impaciente de recibir otra tal de parte de su amigo , declarándole al punto su pretension y queriendo quitarle la esposa. Protestábale Ageto que á todo ménos á su mujer se extendia el pacto de la promesa ; pero ob'igado al cabo

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