Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo II (1898).pdf/246

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
244

lugar del Helesponto , descubiertos á traicion por el rey de los Tracios Sitalces, hijo de Tereo, y por cierto Pites, de nacion Abderita. Conducidos despues al Alica , fueron con denados á muerte por los Atenienses , en compañia de Aris teas, hijo de Adiinanto y natural de Corinto : todo lo cual sucedió muchos años despues de la expedicion del rey .

CXXXVIII. Mas para volver á tomar el bilo de la histo ria , el pretesto de aquella armada del rey era hacer la guerra contra Atenas, y el fin y motivo verdadero el em bestir á toda la Grecia . Informados los Griegos mucho tiempo antes de lo que les aguardaba, no todos miraban con unos mismos ojos aquel nublado . Los que habian pro metido al Persa el homenaje, entregándole la tierra y el agua, vivian muy satisfechos de que nada tendrian que sufrir de parte del bárbaro ; pero los que no le habian pres tado vasallaje , hallábanse llenos de miedo, nacido de ver que la Grecia carecia de armada naval capaz de contrastar á la que contra ella venía , y que muchos Griegos , prontos á la obediencia de los Medos, no querian tomar parte con ellos en aquella guerra .

CXXXIX. Véome aquí obligado á decir lo que siento , pues aunque bien veo que en ello he de ofender o disgus tar á muchísima gente, con todo, el amor de la verdad no me da lugar á que la calle y disimule . Afirmo, pues, que si asombrados los Atenienses de ver sobre si el peligro hubieran desamparado su region ,6si quedándose en casa se hubieran entregado á Jerges, no se hallara sin duda nacion alguna que por mar se hubiese atrevido á oponerse al rey . Y en caso de que nadie por mar hubiera podido re sistir á Jerges, creo que por tierra no hubiera podido mé nos de suceder que, por más baluartes y rebellines con que cubrieran y ciñeran el Istmo los Peloponesios , con todo, desamparados al cabo los Lacedemonios de sus alia dos , que lo habrian hecho, obligados a despecho suyo al ver sus ciudades tomadas por la armada del bárbaro ; vién .