rez embajadores á Argos. Cuentan los Argivos, que supie ron desde el principio los preparativos del bárbaro contra la Grecia , y como entendiesen y tuviesen por seguro que los Griegos les convidarian á la alianza contra el Persa, onviaron á Delfos diputados para saber del oráculo qué era lo que mejor les estaria en aquellas circunstancias;
- [ue el motivo que á ello les impulsó fué ver que acababan
de perder seis mil ciudadanos que habian perecido á ma ilos de los Lacedemonios capitaneados por Cleomenes, hijo do Anaxandrides; y que la Pythia dió esta respucsta á sus consultores: – « ;0h ! tú, odiado de tus vecinos, querido del alto cielo , quédate cauto dentro tu recinto ; guarda bien tu cabeza que ha de salvar tu cuerpo .» Tal fué la respuesta que les dió la Pythia, segun despues los diputa dos á su regreso entrados en el Senado les dieron cuenta de las órdenes que de allá traian ; y con todo respondicron los de Argos á la propuesta hecha por los Griegos, que en trarian cn la liga con dos condiciones: una la de hacer la paz por treinta años con los Lacedemonios; otra que se les diera por mitad el imperio de todo el ejército aliado, pues por más que en todo rigor de justicia les tocasc el imperio total de las tropas[1], con todo se contentaban con solo la mitad del mando .
CXLIX. Esta respuesta , dicen los do Argos, dió su Se pado , no obstante que el ' oráculo les prohibiera entrar en liga contra los Griegos; de suerte que en medio del lemor que les causaba el oráculo , querian hacer sériamente un tratado de paz por treinta años, con la mira de que cre ciera entretanto hasta la edad varonil su juventud . Dan por razon de estas pretensiones que no querian cxponerse á quedar en lo porvenir por vasallos de los Lacedemonios, como era de temer que sucediese, si antes de concertar
- ↑ Esta pretension alude á la guerra de Troya en que capitato neaba elrey de Argos.
