CCXIII. Hallábase el rey confuso no sabiendo que resoo : lucion tomar en aquel negocio , cuando Epialtes, hijo de Euridemo, de patria Meliense , pidió audiencia para el rey, esperando salir de ella muy bien premiado y favorecido. " Declaróle , en efecto , haber en los montes cierta senda[1] que iba hasta Terinópilas, y con esta delacion abrió ca. mino á la ruina de los Griegos que estaban alli apostados. Este traidor, temiendo despues la venganza de los Lace demonios, huyóse á Tesalia , y en aquella ausencia fue proscrito por los Pilágoras, habiéndose juntado en Pilea el congreso general de los Amfictiones, y puesta á precio de dinero su cabeza . Pasado tiempo , habiéndose restituido á Anticira , murió á manos de Atenades , natural de Traqui. na; y si bien es verdad que Atenades le quitó la vida por cierto motivo , como yo en otro lugar explicaré[2], con todo , no se lo premiaron menos los Lacedemonios: Epial tes, en suma, pereció despues.
CCXIV. Cuéntase tambien la cosa de otro modo : dicesc que los que dieron aviso al rey y condujeron á los Persas por el rodeo de los montes, fueron Onetes, hijo de Faná goras , ciudadano Ristio , y Coridalo , nalural de Anticira[3]. Pero de ningun modo doy crédito á esta fábula , por dos ra zones: la una, porque debemos atenernos al juicio de los Pilágoras , quienes, bien informados sin duda del hecho como diputados públicos de los Griegos , no ofrecieron premio con su bando de proscripcion por la cabeza de
- ↑ De ella se aprovechó despues Alejandro Magno, y Brenno con susGalos forzando delmismomodo aquel paso , defendido tam . bien entonces por los Focenses. De aquellas eminencias desalojó asimismo Caton elMayor a los Etolos, que las ocupaban por ór ien de Antioco .
- ↑ No se halla dicha narracion en lo que nos resta de los nuevo libros de Herodoto.
- ↑ Etesiasda por traidores á Caliades y Timafernes, naturales de Traquina, no menos fabuloso é inseguro en esta noticia que en sodo lo demas que escribió.
