testigo ocular,me aseguras haberlo visto ya ejecutado. São bete que do mi procedió lo que han hecho los Persas, pues veia yo ser preciso que los Griegos, los cuales de su buena voluntad no querian entrar en combate , entrasen en él, mal que les posara . Tú mismo ahora, que con tan buena noticia vienes, bien puedes entrar á dársela ; que si yo lo hago dirán que me la finjo , y no les persuadiré de que así lo estén efectuando los bárbaros. Vé lú mismo en persona, y diles claro lo que pasa . Si ellos dan crédito á tu aviso, estamos bien; y si no lo toman por digno de ſu , lo mismo que antes nos tenemos, pues no hay que temer se nos va yan de aquí huyendo , si es cierto , como dices, que nos hallamos cogidos por todas partes. )
LXXXI. En efecto , fué á darles Aristides la noticia , di. ciendo cómo acababa de llegar de Egina, y que apenas ha• bia podido pasar sin ser visto de las naves del enemigo , que iban aposlándose de manera que ya toda la armada griega 80hallaba circuida por la de Jerges ; quo lo que él les aconsejaba era que se preparasen á una vigorosa resisten cia. Acabado de decir esto , salióse Aristides[1], y ellos volvieron de nuevo á embravecerse en sus disputas, siendo creido el aviso de la mayor parte de aquellos jefes su. premos.
LXXXII. En tanto que no acababan de dar ſe á Aristi des, llegan con su galera unos desertores naturales de Leno, cuyo capitan era Panetio , hijo de Sosimenes, quie nes los sacaron totalmente de duda, contándoles puntual. mente lo que pasaba. Diró aqui de paso , que en atencion á la desercion de dicha galera lograron despues los Tenios que ſuese grabado su nombre entre el de los pueblos que
- ↑ Puédese de aquíconcluir que Aristides ni so halló en la ba talla naval,durando todavía su destierro, como escribió Cornelio Nepote, y que duraha aún entonces en su rigor el ostracismo, lo que negó Plutarco .
