Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo II (1898).pdf/425

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
423

lo cual contestaron los Atenienses en estos términos: -« Es verdad que nosotros desde el principio ya , cuando vimos á los Persas apostados enfrente de vosotros , tenia mos ánimo de indicaros lo mismo que os adelantais ahora á prevenirnos; pero no osábamos , ignorando si la cosa seria de vuestro agrado. Ahora que vosotros nos lo ofreceis los primeros, sabed que nos dais una agradable nueva, y que pronto vamos á hacer lo que de nosotros quereis.»

XLVII. Ajustado, pues, el asunto con gusto de entram bas partes, no bien apuntó el alba , cuando se empezó el cambio de los puestos. Observáronlo los Beocios, y avisa ron al punto á Mardonio. Luégo que éste lo supo empezó asimismo á trasladar sus brigadas trasplantando sus Persas al puesto frontero al de los Lacedemonios. Repara en la novedad Pausanias, y manda que los Espartanos vuelvan de nuevo al ala derecha, viendo que su ardid habia sido descubierto por el enemigo , y Mardonio por su parte hace que vuelvan otra vez los Persas á la siniestra de su campo.

XLVIII. Vueltos ya entrambos á ocupar sus primeros puestos, despacha Mardonio un heraldo á los Espartanos con órden de retarles en estos términos: - « Entre esas gentes pasmadas de vuestro valor , corre la voz que voso tros los Lacedemonios sois la flor de la tropa griega, pues en la guerra no sabeis qué cosa sea huir ni desamparar el puesto , sino que á pié firme escoyeis á lodo trance ó ver cer o morir . Acabo ahora de ver que no es así verdad , pues ántes que cerremos con vosotros, viniendo a las ma nos, os vemos huir ya de miedo y dejar vuestro sitio ; os vemos ceder á los Atenienses el honor de abrir el combate con nuestras filas para ir a apostaros enfrente de nuestros siervos; lo que en verdad no es cosa que diga bien con gente brava y honrada . Ni es fácil deciros cuán burlados nos hallamos, pues estábamos sin duda muy persuadidos de que, segun la fama que vosotros gozais de valientes y osados, babiais de enviarnos un rey de armas que en pas'•