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vela. Vaellos ya á Samos, entraron en consejo los Griegos acerca ile la trasplantacion de las ciudades jonias , delibe rando si seria oportuno dejar despoblada la Jonia al arbi. lrio de los bárbaros , y en tal caso en qué regiones de la Grecia , que fuesen de su dominio , sería conveniente dar asiento á los Jonios. Moviales á esto el ver por una parle que era imposible á los Griegos el proteger de continus a los Jonios con una guarnicion fija , y por otra el conside rar que los Jonios , no estando protegidos continuamente por un destacamento , no podrian lisonjearse de no pagar pien cara la sublevacion contra los Persas. Eran , pues, ile parecer en la consulta los principales entre los Pelo fionesios, que convenia desocupar los emporios de aque llos Griegos que habian seguido al Medo, y darlos con sus territorios á los Jonios para su habitacion . Mas pare ciales á los Atenienses que de ningun modo convenia desamparar la Jonia con semejante desercion , y que no locaba á los del Peloponeso disponer de los colonos pro pios de Atenas; ni los Peloponesios mostraron dificultad en ceder á este voto contrario . Dejado este punto , entra ron á concluir un tratado de alianza con los Samios, con ļos de Quio , con los Lesbios y con los demas isleños que seguian las banderas griegas, obligándose con la fe mutua de un solemne juramento á que firmes en la confederacion mantendrian lo prometido. Concluido ya el tratado, y crei dos de que hallarian todavía formado el puente de barcas, hiciéronse á la vela para romperlo .

CVII. Seguian , pues, los Griegos el rumbo del Heles ponto ; pero losbárbaros que habian podido refugiarse en las alturas de Micale, bien que pocos fueron los que en ellas se salvaron , daban entretanto la vuelta hácia Sardeş. Sucedió en el camino, que el principe Masistes, hijo de Dario, que se habia hallado presente á la completa derrota del cjército, empezó á cargar de oprobios al general Alrainles , y entre otras iniurias la echó en rostro que era