Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898).pdf/181

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
183

. casillas sagradas ; y adobados en ellas con sal, van á reci. bir sepultura en la ciudad de Bubastis. Las perras son en terradas en sagrado en su respectiva ciudad , y del mismo modo se sepulta á los icneumones. Las migalas[1] y gavi. lanes son llevados á enterrar en la ciudad de Butona, las ibis á la de Herinópolis; pero á los osos , raros en Egipto , y á los lobos, no mucho mayores que las zorras en aquel


  1. Migalas son al parecer lo mismo que musarañas. fos sacerdotes. Y jay del que matare alguna ibis o algun gavilan ! Sea de acuerdo, sea por casualidad , es preciso que muera por ello . LXVI. Grande es la abundancia de animales domésticos que sucede que allí se crian ; y fuera mucho mayor sin o os s and os pci con los gat , pue not los Egi que las gatas des pues de parir no se llegan ya á los gatos y repugnan jun tarse con ellos por más que las busquen y requiebren , acu den al consuelo de los machos, quitando á las hembras sus hijuelos y matándolos, si bien están muy lejos de comer los. Con esto, aquellas bestias, muy amantes de sus crias y viéndose sin ellas, se llegan de nuevo á los gatos , de seosas de tener nuevos hijuelos. ¡Ay de los gatos igual mente si sucede algun incendio , desgracia para ellos fatal y suprema cuita ! Porque los Egipcios , que les son supersti ciosamente afectos, sin ocuparse en extinguir el fuego , se colocan de trecho en trecho como centinelas , con el fin de preservar á los gatos del incendio ; pero estos, por el con trario , asustados de ver tanta gente por alli, cruzan por en tre los hombres , y á veces para huir de ellos van á preci pitarse en el fuego ; desgracia que á los espectadores lle na de pesar y desconsuelo . Cuando fallece algun gato de muerte natural, la gente de la casa se rapa las cejas á na vaja ; pero al morir un perro , se rapan la cabeza entera , y además lo restante del cuerpo . LXVII. Los gatos despues demuertos son llevados á sus