Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898).pdf/296

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
298

-

amo poco antes perdido. No bien lo ven y reconocen , cuan do muy alegres por el hallazgo , van con él y lo presentan á Policrates, diciéndole dónde y cómo lo habian hallado. A Polícrates pareció aquella aventura más divina que ca. sual, y despues de haber notado circunstanciadamente en una carta cua habia practicado en el asunto y cuanto casualmente le habia acontecido, la envió á Egipto .

XLIII. Leyó Amasis la carta que acababa de llegarle do parte de Policrates, y por su contenido conoció luego y vió estar totalmente negado á un hombre librar á otro del hado fatal que amenaza su cabeza, acabándose entonces de persuadir que Policrates, en todo tan afortunado que ni áun lo que abandonaba perdia , vendria por fin al suelo con . sigo y con toda su dicha. Por efecto de la carta hizo Ama. sis entender á Policrates, por medio de un embajador en viado á Samos , que anulando los tratados renunciaba á la amistad y hospedaje público que con él tenía ajustado ; en lo cual no era otra su mira sino la de conjurar de ante mano la pesadumbre que sin duda sintiera mucho mayor en su corazon si viniera á descargar contra Policrates el último y fatal golpe que la fortuna le tenia guardado, sien do todavía su huésped y público amigo .

XLIV. Contra este hombre en todo tan afortunado ha cian una expedicion los Lacedemonios , como antes decia , llamados al socorro por ciertos Samios mal contentos de su tirano , quienes algun tiempo despues fundaron en Creta la ciudad de Cidonia . El origen de esta guerra fué el siguiente : noticioso Policrates de la armada que contra el Egipto iba juntando Cambises, hijo de Cyro , pidióle por favor, envián dole á este fin un mensajero , que tuviera á bien despachar á Samos una embajadá que le convidase á concurrir tam bien con sus tropas à la jornada. Recibido este aviso , Cam bises destinó gustoso un enviado á Samos pidiendo á Poli crates quisiera juntar sus naves con la armada real que se aprestaba contra el Egipto. Policrates, que llevaba muy eso,