Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898).pdf/302

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
304

dias habian ya pasado, y viéndole el mismo Periandro trag-1; sido de hambre, desfigurado!y sucio, no le sufrió más el co razon tratarle con tanta aspereza; y asi, aflojando su rigor, se le acercó , y le habló de esta manera: — « ¡Por vida de los dioses, hijo mio ! ¿cuándo acabarás de entender lo que me jor te está , si el verte en la miseria en que te hallas , ó te aer parte en las comodidades del principado que poseo , solo con mostrarte dócil y obediente á tu padre? ¿Es posi ble que siendo tú hijo mio y señor de Corinto la rica y feliz , te afirmes en tu obstinacion , y ciego de enojo contra tu mismo padre, á quien ni la menor seña de disgusto debie ras dar en tu semblante, quieras á pesar mio vivir cualpor-, diosero ? ¿No consideras, niño, que si alguna desgracia hubo en nuestra casa, de resultas de la cual me miras sin duda con tan malos ojos, yo soy el que llevé la peor parte de aquel mal, y que pago ahora con usura la culpa que en ello comeli? Al presente bien has podido experimentar cuánto más vale envidia que compasion , tocando á un tiempo con las manos los inconvenientes de enemistarte con los tuyos y con tus mayores y de resistirles tenazmente . Ea, vamos de aquí, y al palacio en derechura .» Asi se explicaba Pe riandro con el obstinado mancebo ; pero el hijo no dió a su padre más respuesta , que decirle pagase luego á Apolo la multa en que acababa de incurrir por haberle hablado. Con esto vió claramente Periandro que habia llegado al extremo el mal de su hijo, ni admitia ya cura niremedio , y deter minado desde aquel punto á apartarlo de sus ojos, embar cándole en una nave le envió a Corcira, de donde era tam bien soberano. Pero queriendo vengar la contumacia del hijo en la cabeza del que reputaba por autor de tanta des ventura, hizo la guerra á su suegro Procles, á quien cautivó despues de tomar por fuerza á Epidauro.

LIII. No obstante lo referido , como Periandro, corriendo el tiempo y avanzando ya en edad , no se hallase con ſuer zas para atender al gobierno y despacho de los nego