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fesaros en público lo que más que cosa alguna deseaba en cubriros. Habeis de saber que allá en Egipto tuve entre sue ños una fatal vision , que ojalá nunca hubiera soñado, la cualme figuraba que un mensajero enviado de mi casa mo traia el aviso de que Esmerdis, subido sobre un trono real, se levantaba más allá de las nubes y tocaba al cielo con su cabeza. Confiésoos, señores, que elmiedo que mi sueño me infundió de verme algun dia privado del imperio por mi hermano, me hizo obrar con más presteza que acuerdo ; y asi debió suceder, pues no cabe en hombre nacido elpoder estorbar el destino fatal de las estrellas. ¿Qué hice ¡insen sato ! al despertar de mi sueño ? Envio luego á Susa á ese mismo Prejaspes con órden de dar muerte á Esmerdis . Desembarazado ya de mi soñado rival por medio de un he cho impio y atroz , vivia despues seguro y quieto sin ima ginar jamás que , muerto una vez mi hermano, persona alguna pudiera levantarse con micorona. Mas jay de mí, desventurado! que no atiné con lo que habia de suceder . me, porque despues de haber sido fratricida y de violar los derechos más sagrados,me veo con todo destronar aho ra de mi imperio . Ese vil era el mago fismerdis, aquel que entre sueños no sé qué dios me hizo ver rebelde. Yo mis mo fuí el homicida de mi hermano, os vuelvo á confesar, para que nadie de vosotros imagine que vive y reina el principe Esmerdis, hijo de Cyro. Dos magos son , señores , los que se alzan con el imperio ; uno el mismo á quien dejé en casa de mayordomo, otro su herinano llamado Esmer dis ; y en esto no cabe duda, pues aquel hermano mio , el buen principe Esmerdis , que en este lance debiera ser y fue ra sin duda el primero en vengarme de los magos, murió , ya , os lo juro por ese mismo dolor de que me siento aca bar , y murió el infeliz con una muerte la más impía que se conozca, procurada por la persona que más allegada tenía sobre la tierra . Ahora , oh mios, en falta de mibuen bermano , á vosotros es a quienes debo volverme como,