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los empleos, en vez de odio no engendra sino harta union

  • en los magistrados de una misma gavilla que se aprovechan

privadamente del gobierno y se cubren mútuamente por no quedar en descubierto ante el pueblo. De estemodo suelen andar los negocios de la república , hasta tanto que un ma gistrado lesaplica el remedio , y logra que el desórden pú blico cese y acabe. Con esto , viniendo á ser objeto de la ad miracion del vulgo , ábrese camino con ella para llegar a ser monarca, dando en esto una nueva prueba de que la mom Darquía es el gobierno más acerlado . Y , para decirlo en una palabra , de dónde vino á la Persia , pregunto , la inde pendencia y libertad pública ? ¿Quién fue el autor de su im perio ? ¿Fue acaso el pueblo ? ¿Fue por ventura la oligarquía ? 20fué más bien un monarca ? En suma, mi parecer es que nosotros los Persas, hechos ántes libres y señores del im . perio por un varon , por el gran Cyro ,mantengamos el mis mo sistema de gobierno , sin alterar de ningun modo las le yes y fueros de la patria , lo más útil que contemplo para nosotros . »

LXXXIII. Dados los tres referidos pareceres, los cuatro votos que restaban del septemvirato se declararon por el de Dario. Otanes, que deseaba introducir el gobierno po pular y derechos iguales para todos los Persas, no habien do conseguido su intento, les habló de nuevo en estos tér minos :- « Visto está , compañeros mios, que algunos de los que aquí estamos obtendrá la corona , ó bien se la dé la suerte , o bien la eleccion de la nacion á cuyo arbitrio la de jemos, o bien por cualquiera otra vía que recaiga en su ca beza. Pues yo renuncio desde ahora el derecho de preten derla , ni entro en concurso , persistiendo en no querer ni mandar como rey , ni ser mandado como súbdito. Cedo todo el derecho que pudiera pretender, pero cedo con la expresa condicion de no estar jamás yo ni alguno de mis descendientes a las órdenes del soberano.» Hecha tal pro puesta , que fué admitida luego por los seis confederados