Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898).pdf/383

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
385

en una cueva á una doncella de dos naturalezas , semidibo ra á un tiempo y semivirgen , mujer desde las nalgas arri ba , y sierpe de las nalgas abajo . Causóle admiracion el ver la , pero no dejó de preguntarla por sus yeguas si acaso las habia visto por allídescarriadas. Respondióle ella que las lonia en su poder; pero que no se las devolveria á menos queno quisiese conocerla , con cuya condicion y promesa la conoció Hércules sin hacerse más de rogar. Y aunque ella con la mira y deseo de gozar por más largo tiempo de su buena compañía íhale dilatando la entrega de las ye guas, queriendo él al cabo partirse con ellas, restituyóse las y dijo: — « Hé aquí esas yeguas que por estos páramos hallé perdidas; pero buenas albriciasmedejas por el ha llazgo, pues quiero que sepas como me hallo en cinta de tres hijos tuyos. Dime lo que quieres que haga de ellos cuando fueren ya mayores, si escoges que les déhabitacion en este país, del que soy ama y señora, ó bien que te los remita .» Esto dijo , á lo que él respondió:-— « Cuando los veas ya de mayor edad , si quieres acertar , haz entónces lo que voy a decirte . ¿Ves ese arco y esa banda que ahí ten go ? Aquel de los tres á quien entonces vieres apretar el arco así como yo ahora , y ceñirse la banda como ves que mela ciño, á ese harás que se quede por morador del pais; pero al que no fuere capaz de hacer otro tanto de lo que mando, envíale fuera de él. Mira que lo hagas como lo digo ; que así tú quedarás muy satisfecha, y yo obedecido .»

X. Habiéndole hablado asi, dicen que de dos arcos que Hércules alli tenia aprestó el uno, y sacando despues una banda que tenía unida en la parte superior una copade oro , púsole en las manos el arco y la banda , y con esto se des pidió . Despues que ella vió crecidos á sus hijos, primero puso nombre á cada uno, llamando almayor Agatirso , Ge lono al que seguia , y almenor Escita , teniendo despues bien presentes las órdenes de Hércules, que puntualmente eje cutó . Y como en efecto no hubiesen sido capaces dos de TOMO1.