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hubo tal perjurio . Entonces llama el rey otros tantos adivi nos, y si éstos , observando elmodo que se guardó en la adivinacion, dan al reo por convicto del perjurio , sin más dilacion le cortan la cabeza, y los primeros adivinos se re parten lodos sus haberes. Pero si los segundos absuelven al pretendido perjuro , llámanse de nuevo otros , y despues otros , y si sucede que los más den al hombre por inocente , la pena decretada por las leyes es que mueran los primeros adivinos.


LXIX. El género de muerte es el siguiente : llenan ud carro de haces de leña menuda ; alan al yugo los bueyes : luogo meten en medio de los haces á los adivinos con pri siones en los piés, con las manos atadas alras y con morda zas en la boca ; pegan fuego á la fagina , y espantando á gri tos á los bueyes, les hacen que corran . Sucede que muchus de los bueyes quedan abrasados en compañia de los falsos profetas , pero muchos otros, cuando la lanza del carro se acaba de abrasar, escapan vivos,aunque bien chamuscados . . Delmismo modo queman tambien vivos por otros delitos á Bus adivinos, llamándolos falsos .

LXX. Si el rey manda quitar la vida á alguno de sus va sallos, no la perdona á sus hijos, obligando á todos los va roncs á morir con su padre[1], si bien á las hembras nin gun daño se les hace. La solemnidad en los contratos y alianzas de los Escitas con cualquiera que los contraigan , es la siguiente: colocan en medio una gran copa de barro , y en ella juntamente con vino mezclan la sangre de en trambos contrayentes , que se sacan hiriéndosc ligeramente el cuerpo con un cuchillo o con la espada[2]. Despues de


  1. Si no se supone que los Griegos mintieron mucho por odio al describir los usos de sus enemigos los Escitas , será preciso con fesar que la justicia y virtud pública que los antiguos atribuian á estos, tenía más de bárbaro que de humano, como se ve en el acto de castigar los hijos inocentes de un padre culpado.
  2. Ceremonia semejante practicaban los Medos y Lidios (Lib . 1. párr. LXXIV) y los Arabes (Lib . III. part. LXXXII). TONO I.