CXII. Los jóvenes destinados a la pacifica expedicion
cumplian las órdenes que traian de no intentar nada. Cuan
do experimentaron las Amazonas que aquellos enemigos
venian de paz sin ánimo de hacerles hostilidad alguna , los
dejaban estar en hora buena sin pensar en ellos. Los jóve
nes iban acercando más y más de cada dia su campo al
campo vecino, ni llevaban consigo cosa alguna sino sus ar .
mas y caballos, yendo tan ligeros como las mismas Amazo
nas, é imitando el modo de vivir de éstas, que era la caza
y la pesca .
CXIII. Solian las Amazonas cerca del medio dia andar vagando ya de una en una[1], ya por parejas, y retiradas una de otra acudian á sus necesidades mayores y menores. Los Escitas, que lo habian ido observando, se dieron á ejc cutar lo mismo, y hubo quien se abalanzó licenciosamente hacia una de ellas que iba sola : ni lo esquivó la Amazona, sino que le dejó hacer de si lo que elmancebo quiso . Por desgracia , no podia hablarle porque no se entendian ; pero çon señas se ingenió y le dió a entender que a dia siguien te acudiese al mismo lugar, y que llevase compañia y vi niesen dos, pues ella traeria otra consigo . Al volver elman çebo á los suyos dió cuenta á todos de lo sucedido, y al otro dia no faltó á la cita llevando un compañero , y halló á la Amazona que con otra ya les estaba esperando.
CXIV. Cerciorados los demas jóvenes de lo que pasaba, animáronse tambien á amansar á las demas Amazonas , y llegó á tal punto , que unidos ya los reales, vivian en buena compañia , teniendo cada cual por mujer propia á la que primero habia conocido. Y por más que los maridos no pu dieron alcanzar a hablar la lengua de sus mujeres, pronto
- ↑ Esta narracion , segun observó Hermogenes, piata á los ojos con los más vivos colores el carácter de las personas, cumpliendo Herodoto en este lugar lo que decia Tulio , que la historia es pri ma hermana de la elocuencia oratoria respecto a la delectacion de los lectores, sin llegar a la contienda de los afectos.