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sodas partes redondo, y á lo que se dice tan elevado, que no alcanza la vista á su cuinbre por estar en verano como en invierno siempre cubierta de nubes . Dicen los naturales, que su monte es la columna del cielo ; de él toman el nom bre sus vecinos, llamándose los Allantes, de quienes se cuenta que ni comen cosa que haya sido animada , nidur's miendo sueñan jamás[1].

CLXXXV. Hasta dichos Atlantes llegan mis noticias para poder dar los nombres de las naciones que viven en la cor dillera de sal; pero de ahí no pasan , si bien se extiende las loma hasta las columnas de Hércules, y áun más allá. Hay en esta cordillera cierta mina de sal tan dilatada, que tiene diez dias de camino; y : en aquel espacio viven unos hoin . bres cuyas casas son hechas generalmente de grupos ó pie dras de sal. Ni hay que admirarlo , pues por aquella parte de la Libia no llueve jamás ; que si lloviera, no pudieran re sistir aquellas påredes salinas[2]. De aquellasminas sácase sal, åsi de color blanco como de color encarnado. Más allá de la referida loma, para quien va hacia el Noto tierra aden tro de la Libia , el país es un desierto , un erial sin agua, un páramo sin fiera viviente , sin lluvia del cielo , sin árbol ninguno, sin humedad ni jugo .

CLXXXVI. Asi que , desde el Egipto hasta la laguna Trio


  1. Estos hombres que carecen de nombre propio é individual, esos dicterios al sol naciente, serán otras tantas fábulas añadidas. á las que los antiguos vertian sobre el celebrado Atlante.
  2. Ignoro dónde se halle más allá de las columnas de Hércules tal cantera de sal, si bien he leido que en el reino de Tunez se ve un monte entero de ella llamado Gibel-mad -deffa , vecino al lago de los Señales. Lo demas que añade el autor es todo contra la expe riencia . En el Africa interior llueve meses enteros; ni habria que temer la ruina y disolucion de las casas de sal-piedra, como en efecto en Cardona de Cataluña no daña la lluvia á las paredes de sal, ni en Zahara, aunque se halle mucho país sin árbol, deja de haber en algunas partes arboledas de diez leguas, precisas por sus gomas .