Esta página ha sido validada
38
LOS SUBTERRANEOS
CAPITULO V
Situacion desesperante
I
Al día siguiente Sofía se levantó á las seis de la mañana, tomó un lijero desayuno y se puso á trabajar.
La casa donde vivía tenía una pequeña sala con dos ventanas á la calle: sentada frente á una de ellas empezó la costura de los ponchos.
La mañana estaba hermosa. Los rayos del sol, penetrando por los cristales, llenaban de luz y de alegría la modesta habitacion.
Cosió más de una hora sin interrumpirse.
De repente abandonó la aguja y quedóse pensativa como si un recuerdo aflijente la embargara.
Luego exhalando un suspiro, murmuró :
—Se me había olvidado que hoy vence el alquiler de la casa y que no tardará en venir á cobrar el propietario!
En aquel momento llamóle la atencion una persona que pasaba por la vereda de enfrente.