Ir al contenido

Página:Los trabajos de Persiles y Sigismunda - Tomo I (1920).pdf/191

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
189

mismo a tierra toda la gente que ocupaba la quilla del navío, que fueron recebidos del rey Policarpo y de sus hijas, y de todos los principales ciudadanos, con tanto gusto como admiración; pero lo que más les puso en ella, principalmente a Sinforosa, fué ver la incomparable hermosura de Auristela; fué también a la parte de esta admiración la belleza de Transila, y el gallardo y nuevo traje, pocos años y gallardía de la bárbara Constanza, de quien no desdecía el buen parecer y donaire de Ricla, su madre; y, por estar la ciudad cerca, sin prevenirse de quien los llevase, fueron todos a pie a ella. Ya en este tiempo había llegado Periandro a hablar a su hermana Auristela, Ladislao a Transila y el bárbaro padre a su mujer y a su hija, y los unos a los otros se fueron dando cuenta de sus sucesos; sola Auristela, ocupada toda en mirar a Sinforosa, callaba; pero en fin habló a Periandro, y le dijo:

—¿Por ventura, hermano, esta hermosísima doncella que aquí va, es Sinforosa, la hija del rey Policarpo?

—Ella es—respondió Periandro—; sujeto donde tienen su asiento la belleza y la cortesía.

—Muy cortés debe de ser—respondió Auristela—, porque es muy hermosa.

—Aunque no lo fuera tanto—respondió Periandro—, las obligaciones que yo le tengo me obligaran, ¡oh querida hermana mía!, a que me lo pareciera.

—Si por obligaciones va, y vos por ellas enca-