Página:Martin y Herrera Curso sumario de moral.djvu/135

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verlo, pero sabe también que no hallará quien se lo lacilite sino se compromete formalmente á pagarlo en plazo determinado. ¿Es ó no contrario al deber salir de apuros por medio de una promesa falsa? Si juzga- ra la acción moral, la regla de su conducta sería esta: «Cuando se nesesita dinero, se toma prestado prome- tiendo devolverlo, aunque se sepa que jamás se de- volverá.» Ahora bien, esta máxima no puede revestir el carácter de ley universal, sin destruirse á sí misma, y es, porlo tanto, una regla falsa. Efectivamente, si la aceptáramos como legitima, toda promesa vendria á ser imposible, puesto que nadie creería en prome- sas y todos se burlarian de ellas como de palabras vanas.

165. El deberes querido y respetado por los mis- mos que lo violan, y todos lo desean como regla de conducta general. Cuando infringimos nuestra obli- gación, lejos de quer er que los demás hagan lo mis- mo, ansiamos que la práctica del bien sea la ley uni- versal: solo que nos tomamos la libertad de hacer una excepción en nuestro favor, ó mejor dicho, en favor de nuestras pasiones y por una vez nada más.

Aunque nuestro juicio, cuando es imparcial, no pueda justificar esa especie de compromiso, no obs- tante se ve enél la prueba de que reconocemos en realidad la validez del deber, y que sin dejar de res- petarle, nos permitimos, con sentimiento, algunas excepciones que nos parecen de escasa importancia.