Página:Martin y Herrera Curso sumario de moral.djvu/151

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del hombre necesita número, armonia; el sabio es un músico.

Esta bella idea del orden y armonia en la vida co- mo ley suprema de la virtud, es absolutamente con- traria ála exagerada doctrina de los místicos y de los estóicos; en razón á la cual la virtud es la renuncia, el desprendimiento, la muerte de sí mismo. No hay que forzar el principio del deber hasta hacerle eli- minar todas las pasiones.

La virtud no exige otro desprendimiento que el del mal, como dice el Dr. M. Arana; los goces puros y las inocentes satislacciones se concilian con la aus- teridad del deber, retemplan el ánimo y le dan vigor para soportar las duras y penosas pruebas de la existencia.

182. La felicidad; acuerdo del bien y de la felicidad.—La virtud y la felicidad tienen una estrecha conexión.— La felicidad es un goce intenso, puro y sin mezcla de malestar, duradero é inalterable.

El término á que está destinada la existencia hu- mana y el objeto último á que aspiran todas sus facultades ha de ser infinito, porque estas faculta- des se desenvuelven de una manera ilimitada. Este objetivo infinito y único es Dios, y en él consiste la felicidad absoluta del hombre.

No cabiendo en la vida humana la satislacción plena y simultánea de todos los apetitos y de todos