Página:Mensaje Presidencial 21 de Mayo de 2014.pdf/31

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada

Chile es un país muy diverso geográficamente, no podemos construir las mismas viviendas en el norte grande que en el extremo sur. Y no es lo mismo vivir en Ranquil que en Chillán; en Lago Ranco que en Valdivia.

Es por ello que este año crearemos un subsidio especializado para el mundo rural. Este dará respuesta tanto a las necesidades habitacionales específicas, como a las dificultades de construir en zonas aisladas y alejadas.

En 2014, más de 158 mil familias serán beneficiadas con subsidios habitacionales. A través de ellos se podrá construir o adquirir una vivienda; mejorar, ampliar; o bien arrendar. Adicionalmente, trabajaremos en las soluciones de 70 campamentos, asignando más de mil 200 subsidios terminando 26 proyectos habitacionales.

Para la clase media, otorgaremos a más de 36 mil familias subsidios para que puedan contar con su vivienda propia y acceder al programa de Protección del Patrimonio Familiar para poder mejorar o reparar sus viviendas.

Las viviendas no pueden pensarse como objetos aislados, pues están insertas en una compleja trama urbana. Cerca del 87 por ciento de la población chilena vive en ciudades. Por ello las problemáticas urbanas tienen que estar al centro de nuestras políticas públicas.

Ciudades más inclusivas se construyen a partir de barrios integrados. Sumaremos 200 Nuevos Barrios al programa Quiero Mi Barrio que en una modalidad participativa les permite a las y los vecinos participar en las soluciones que permiten tener barrios más integrados, humanos y mejores. Este año empezaremos con 70 lugares; luego se integraran 80 en 2015 y los restantes 50 barrios en 2016.

Las ciudades son el hogar que nos acogen a todos, y por eso queremos circular por ellas con tranquilidad.

Además de las medidas de seguridad ciudadana que describiré luego, quiero hacer un énfasis especial en el proyecto de ley que sanciona el manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte o lesiones, conocido como “Ley Emilia”. He recogido las mociones de diversos parlamentarios y propondremos el establecimiento de dos delitos asociados a la conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte o lesiones gravísimas: uno simple y uno agravado.

El primero tendrá una pena que parte de los tres años y un día y que puede llegar hasta los 10 años.

En el segundo la pena parte desde los cinco años y un día hasta diez, para el caso de huida, de reincidencia, de manejo en estado de ebriedad o drogas. Esta pena es la misma que hoy tienen los delitos de homicidio, robo con violencia o con fuerza.

Espero poder contar con el respaldo de este parlamento para tramitar rápidamente este proyecto de ley que surge del trabajo de ustedes y de la perseverancia de las familias afectadas.

Qué duda cabe, que las ciudades deben espacios seguros y amables. Por eso debemos incentivar formas de transporte que vayan más allá del transporte motorizado, fomentando el uso de la bicicleta. Con ese fin, en estos cuatro años construiremos 190 kilómetros más de ciclovías, desde Arica a Magallanes.