Página:Noli me tángere (José Rizal).pdf/79

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
77
NOLI ME TÁNGERE

día tenerse de pie en la parte superior, para desde allí retirar los peces con la redecilla.

—Un caimán!-gritó un joven que tendía la red.

—¡Un caimán!-repitieron todos.

La palabra corrió de boca en boca en medio del espanto y la estupefacción general.

—¿Qué decís?-le preguntaron.

—Digo que hay un caimán-afirmó León.

E introduciendo una caña en el agua continuó: -¿Ois ese sonido? Eso no es arena; es la dura piel, la espalda del caimán.¿Veis cómo se mueven las cañas? Es él que forcejea.

—¿Qué hacer?-se preguntaron todas.

—iCogerlo!-dijo uno voz, -¡Jesús! Y ¿quién lo coge? Nadie se ofrecía á descender al abismo. El agua era profunda.

El piloto se levantó, cogió una larga cuerda y subió ágilmente á la especie de plataforma.

Excepto María Clara, nadie hasta entonces se había fijado en él; ahora admiraban su esbelta estatura.

Con gran sorpresa y á pesar de los gritos de todos, el piloto saltó dentro del encerradero.

—¡Tomad ese cuchillo!-gritó Crisóstomo sacando una ancha hoja toledana.

Pero ya el agua subía en forma de surtidor y el abismo se cerró misterioso.

—¡Jesús, María y José!-exclamaban las mujeres.-Vamos á tener una desgracia! Jesús, María y José!

—No tengan ustedes cuidado-decía el viejo barquero;-no ha hecho en toda su vida más que cazar caimanes.

El agua se agitaba, parecía que en el fondo se