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IV.
Octubre 14 de 18...
....A mi llamado acudió el doctor Ávila, que ha examinado atentamente á Elisa, cuyo rostro pálido casi llega á
confundir su color con el de las blancas sábanas.
La ha encontrado bien, y señala el alumbramiento para esta noche ó mañana.
Cuando iba á salir el acompañé hasta el corredor.
Allí me miró, con aire severo, durante un segundo, y luego me dijo con acento de reproche:
-¡Se ha casado Vd! ¡Quiera el cielo que sus faltas no caigan sobre la cabeza