sé lo que quiere decir esa palabra, pero supongo que ella se refiere á las apariciones del demonio.
En fin, aquel enlutado era Satanás en persona.
- Sí, soy el diablo, dijo el desconocido, contestando á los pensamientos de Juan, cuyo temor aumentó más aún. Soy el diablo, y como me he propuesto protejerte, al oir tus lamentaciones de esta noche, al saber cuánto envídias á los ricos, he acudido á tí para darte una fortuna...
- ¡Una fortuna! exclamó el carpintero, cuyo miedo desapareció ante tan májica palabra ¿Y qué se necesita para eso?
- Vamos por partes, y no nos apresuremos, dijo el diablo. Ante todo soy una persona ordenada, y no me gusta perder el tiempo en vano. He aquí mi proposición: desde mañana serás rico, inmensamente rico, pero solo durante el día; por