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QUIEN DA PAN Á PERRO AGENO
- Oh! Y tan de veras! figúrate ... soy feliz! ¡Tan feliz!
- Y ¿quién es el afortunado?
La jóven miró á su amiga con expresión indefinible de contento y orgullo, y con volubilidad:
- Imajínate un hombre alto rubio, elegante, de bigote siempre correcto, ojos azules, boca sonriente, una cabeza artística ... y luego tan bueno, de tanto talento! .. y tambien ... tan enamorado de mí! ..
- Sí; el retrato puede ser exacto; pero no reconozco en él al retratado. ¿Quien es?
- ¿No lo has reconocido? ¡qué tonta! si es Rodolfo, si es mi primo! ...
- ¡Rodolfo! exclamó Marciana palideciendo.
- Sí, él, él mismo.
- ¡Rodolfo! exclamó ella de nuevo.