Página:Obras completas del doctor D. Manuel Milá y Fontanals - III (1890).djvu/20

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en 5 y 14 de Mayo de 1798, recibió sucesivamente los grados de bachiller, licenciado y doctor en leyes con todos los honores y títulos con que se distinguía á los más beneméritos, apadrinándole D. Ignacio Coll, colegial mayor de San Vicente en aquella Universidad. De 98 á 99 cursó un año de cánones. Defendió públicas academias de jurisprudencia civil y canónica, fué nombrado examinador en varios grados mayores y menores de leyes, y en dicho año de 1798, el Rector Dr. Don José Roset, le comisionó para la substitución de la cátedra de Digesto viejo, que desempeñó con exactitud y á satisfacción de la escuela. Tenía dispuesto su padre que tomase la beca en el mencionado colegio, pero habiendo fallecido en Noviembre de 97, dejándole según dice, en los últimos momentos de su vida, una recomendación particular que jamás se borró de su memoria, desistió de aquella pretensión, para ahorrar un crecido gasto á la familia que iba ya en decadencia por las vicisitudes de los tiempos.

Terminada la carrera, su buena madre y hermano mayor decidieron que pasase á Madrid, para hacer la práctica, y recibirse abogado de los Reales Consejos, y el día 4 de Noviembre de 1799, después de un doloroso despido, abandonó el hogar paterno, y emprendió el viaje con un exento de guardias, en extremo económico, el cual le sujetó á un régimen sumamente sobrio que pudo en cierta manera recordarle las privaciones que había sufrido en su infancia.

A la edad de 22 años se halló en medio de la corte, solo, sin experiencia, sin un amigo bueno y de confianza que pudiese dirigirle, y sin más norte que las virtudes, consejos y ejemplos de su padre que siempre le guiaron, unas escasas asistencias, y algunas cartas de recomendación que de nada le sirvieron. Debió sin embargo á su huésped algunos buenos consejos y que le proporcionase para maestro al famoso letrado D. Domingo Rico de Villademoro, á quien después vió con horror dar garrote en Cádiz; en el estudio de este des-