Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/280

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
222
MORALISTAS GRIEGOS.

Viendo á Satirón el Socrático[1], imaginate ver á Eutiches ó á Himeno; visto á Eufrates, idéate ver á Eutichión ó á Silvano; cuando veas á Alcifrón, representante que ves á Tropeoforo; habiendo visto á Xénofonte forma la idea de que ves á Critón ó á Severo, y cuando vuelvas sobre tí los ojos, represéntate en la imaginación alguno de los Cesares: finalmente, imaginándote en cada uno otro semejante, luego te ocurrirá al pensamiento: gen dónde paran esos ahora? en ninguna parte del mundo, gó qué sé yo adónde están ? porque de esta manera verás de continuo que las cosas humanas son un poco de humo[2] y un nada; particularmente si te hicieres la reflexión que lo una vez pasado no volverá ya por[1] Gatakero con ruzón reprueba el dictamen de Xilandro y Časaubono, que traducen el Ewxpatıxdv por nombre propio, concordando con el nombre Satyron ó Satyrión denominado Socratico, por ser de esta secta. Euphrates, filósofo egipcio á quien alaa Plinio el Menor, lib. 1., ep. 10, y Epicteto, Enchir., cap. xxxv, fué Estoico y vivió en tiempo de Adriano; el cual le permitió tomar td xovetov, la cicuta, viéndole desesperado con una enfermedad maligna, ó por hallarse muy viejo, según escribe Dión, lib. LXIX. Capitolino asegura que Eutichión fué maestro de nuestro Emperador en las primeras letras. De un Silvano hace mención Suidas, de quien habla con algún aprecio, reputándole por un filósofo. El mismo Suidas dice de Alcifrón que era filósofo, y Gatakero añade que sus cartas, dadas á luz por Aldo sophistam, magis quám philosophum 8sapiunt. Tropeoforo es un nombre que. ni Gatakero lo habia oido en su vida. Xenofonte puede ser uno de los tres de que hay memoria. Critón es aquel grande amigo de Sócrates, como consta de los diálogos de Platón.

De Ševero habló M. Aurelio en el lib. II, pár. 14. Los otros dos filósofos, Eutiches y el Himeno, murieron antes del reinado de Antonino.

[2] En frase tanto profana como sagrada, el humo vale para significar la vanidad de las cosas perecederas.


  1. 1,0 1,1
  2. 2,0 2,1