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MORALISTAS GRIEGOS.

hijo no cometa falta alguna, también eres ridículo; porque quieres que el vicio no sea vicio. Por lo cual, si tienes gana de no ser jamás frustrado en tus i deseos, no desees sino aquello que depende de ti.

XXI.

Verdaderamente es dueño de todas las cosas el que tiene poder de retener las que quiere y de desechar las que le disgustan. Cualquiera, pues, que tenga deseo de ser libre de esta suerte, conviene que se acostumbre á no tener deseo ni aversión algunade todo lo que depende del poder ajeno. Porque, si obra de otra manera, caerá infaliblemente en la servidumbre.

XXII.

Acuérdate que debes comportarte en la vida como en un banquete. Si se pone algún plato delante de ti, puedes meter la mano y tomar honestamente tu parte; si sólo pasa por delante de ti, guárdate bien de detenerle ó de meter la mano en él temerariamente: antes, espera apacible á que vuelva á ti. Lo mismo debes hacer para con tu mujer, tus hijos, las dignidades, las riquezas y todas las otras cosas de este género. Porque por este medio te harás merecedor de comer á la mesa de los dioses. Empero, si eres tan generoso que rehuses también lo que te presentan, no solamente serás digno de comer á la mesa de los dioses, sino que merecerás