Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/417

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
359
EPICTETO.—MÁXIMAS.

tener parte en su poder. Diógenes y Heráclito fueron reputados por hombres divinos (como lo eran en efecto) por haber obrado de esta manera.

XXIII.

Cuando veas suspirar á alguno porque su hijo partió de su casa, ó por haber perdido lo que poseia, no te dejes vencer de este objeto, ni te imagines que aquél sea efectivamente desdichado por la pérdida de estas cosas extrañas; pero haz en ti mismo esta distinción y di luego: «No es este accidente el que aflige á este hombre, pues que no toca á otros muchos: lo que le atormenta es la opinión que ha concebido.» Consecutivamente haz todo lo posible para desengañarle y sanarle de esta mala opinión.

Y asimismo, fingirás estar triste y compadecerte de su aflicción si lo juzgas á propósito. Mas guárdate sobre todo que fingiéndolo no te entristezcas efectivamente en tu corazón.

XXIV.

Acuérdate que conviene que representes la parte que te ha querido dar el autor de la comedia. Si es corto tu papel, represéntale corto; y si largo, represéntale largo. Si te manda hacer el papel de pobre, hazle naturalmente lo mejor que pudieres.

Y si te da el de príncipe, el de cojo ó el de un oficial mecánico, á ti te toca el representarlo, y al autor el de escogértele.