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Obras de Shakespeare.

pués de su muerte, habla gigantes[1] (como dice Coleridge) compitiendo con Shakespeare para sentarse en el trono de á Fama.»

Por último, los grandes actores que han honrado & fnglaterra, Burbage, Betterton, Hart, Garrick... (actualmente Irving), no han sido considerados dignos de la gloria hasta daspués de intérpretar los personajes Shakesperianos[2].

LCuándo, pues, pudo pesar él olvido sobre Shakespeare? XLV.

Cargos al Poeta por supuesta falta de sistema dramátios.

Si la escuela del criterio individual disintió de la del eriterio clásico respecto de la originalidad de GUILLERMO Shakespeare, ambas coincidieron en una de las más evidenles locuras que ham podido oseurecer las inteligencias.

A las producciones de SHAKESPEA RE (dijeron los unos y los otros) no son aplicables «las reglas del arten; porque el autor escribía sin método ni sistema lo primero que brotaba an su fecunda imaginaeión.

Denniş dice: «Sus bellozas (de Shakespeare) eran enteramente suyas y debidas á la potencia de su naturaleza proria; mientras que sus fa'tas fueron hijas de su educación y de su siglo, Be él hay que decir lo que de llomero: no tuvo á quién imitar siendo inimitabler. Con tiempo, habría ha- Rado las reglas de que se le ve tan iguorante»... «si hublera


  1. ​ Alusión á Ben Jonson, Marlow, Fietcher, Beaumont, Massinger, Heywood, Webster, Rowley, Chapman y demás dramálicos conlemporáneos. (E) Las obras de Shakespeare han tenido el poder de crear grandes aclores en todas partes. Tesligu el eminenle Ernesto Rossi, tan selimado del pablioo español y de tidos los publicos de Europa.