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que posee una mui rica coleccion de especies, y se halla en disposicion de consultar los mejores herbarios de Paris, volviese á examinarlas otra vez, y nos diese una segunda edicion con las adiciones y correcciones, que piden ya los conocimientos del dia. Examinada atentamente la fructificacion de estas plantas, no solo presenta caractéres bien marcados que distinguen de un modo sólido los dos géneros mencionados en la nota que precede, y el Erigenia de Nuttal, sino tambien otros bastantemente sólidos para dividir las especies en secciones apropriadas, sin romper la serie de sus relaciones naturales.

No he visto la obra de Schkuhr sobre las umbeladas que cita Hoffmann en la pag. ix. del prólogo de la 2ª edicion de la suya, y así nada puedo decir acerca de ella.

Dije mas arriba, que una de las obras de Sprengel llegó á mis manos cuando estaba concluyéndose la impresion del segundo número de Amenidades naturales de las Españas que publiqué en Madrid, en Agosto de 1821, cansado de esperar la obra prometida por Sprengel, y excitado por varios aficionados y amigos pasa su publicacion. Dicho número contiene la memoria leida en el jardin botánico de Madrid por uno de los discípulos en Octubre de 1815, con el sistema formado en 1806, desde cuya época, segun queda dicho, sirvió para la instruccion pública : contiene ademas otro nuevo sistema que formé el mismo año 21, con varias rectificaciones y adiciones de gomeros, que no contenía, aquel, la enumeracion de las especies que habían servido para formar los caractéres genéricos, y un extracto del sistema de Sprengel. Aunque solo se enumeran 279 especies, tenia examinadas otras muchas, de modo que la totalidad de las que tuve presentes para formar los caractéres genéricos no bajaban de 450, sin contar otras que habia visto dibujadas.

Ademas de la explicacion de los caractéres expuesta en la memoria del señor Vela, y de las reglas arriba mencionadas para la formacion de géneros, expuse en el prólogo las principales modificaciones dignas de atencion que presentan los pétalos de las aparasoladas ; insistí en el corto valor de los invólucros para la formacion de géneros[1] de-

    preciando la nota diferencial, que pudiera tomarse de la diversidad de sexos, por motivos que expondré en una memoria particular, que pienso presentar mui pronto al juicio de la ilustre sociedad Linneana de Londres.

  1. Véanse las páginas 54, 62, 70, 75, de mi citada obra, y en la pag. 88, dije: Obs. Notæ genericæ, in